“Los cipreses creen en Dios” le dio a su autor, José María Gironella, el Premio Nacional de Narrativa en 1953. La obra es la primera de una trilogía que comprende dos libros más “Un millón de muertos”, publicada en 1961 y centrada en la Guerra Civil y “Ha estallado la paz”, de 1966 y dedicada a la posguerra. El autor fue uno de los más premiados escritores españoles del siglo XX con premios por como el Nadal, obtenido en 1946 por «Un hombre», y el Premio Planeta en 1971 por «Condenados a vivir».
A lo largo de sus más de 900 páginas el autor narra, con un aire de autobiografía, los años de la Segunda República y el crecimiento de determinados movimientos. La cronología de los hechos viaja de abril de 1931 a julio de 1936. Los Alvear son una familia de clase media de Girona que sufrirá las convulsiones de aquellos meses. Si bien es cierto que el autor nació en Girona y vivió allí esos tiempos, reconoce al principio de la obra que muchos de los sucesos narrados no acontecieron en la ciudad, pero sí en otras durante aquellos años.
Matías, el cabeza de familia, es un telegrafista con simpatía por el socialismo que ve como cada uno de sus hijos se ve arrastrado por las oleadas de los diferentes movimientos, desde el seminario, hasta los anarquistas, pasando por Falange, la UGT, el Partido Comunista o la masonería. Girona y los Alvear se ven completados por una red de individuos magníficamente retratados, como el misterioso Julio, policía, Cosme Vila, Mosén Alberto o el dirigente anarquista, el Responsable, los hermanos Costa, etc.
Gironella tiene la capacidad de enfocar la Historia de los convulsos años de la II República desde prismas muy distintos: anarquistas, miembros de la Liga Catalana, dirigentes de la CEDA, seminaristas, sacerdotes, falangistas, comunistas, masones, etc. Personas de diversos estratos sociales en un retrato bastante imparcial de lo sucedido en los años previos a la Guerra.
Personalmente este libro ha sido todo un descubrimiento que he degustado a lo largo de estos meses. Un libro completo, fidedigno, sin escatimar en imparcialidad. Es cierto que hay fragmentos de lectura más rápidos que otros, pero es genial. De esos libros que todos deberíamos leer para aprender de la Historia. Evitar el fanatismo y respetar lo más fundamental para evitar errores. Gironella me ha ganado con este libro. Por acercarse a un conflicto tan intoxicado como es la Guerra Civil y sus años previos, pero también por humanizar todos los puntos de vista e intentar sembrar un ansia de paz en su relato. Debería ser de obligada lectura. Puede que ayudara a superar ciertas heridas. No sé si me atreveré con las otras dos partes de la trilogía, probablemente en un futuro no excesivamente lejano. De momento a este libro me váis a dejar valorarlo con un 9.
Buenas noches y buena suerte.
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