La verdad es que había leído alabanzas sobre el modo de escribir de inglés Robert Harris. Un autor consolidad de thrillers históricos. Uno de sus primeros éxitos de ventas fue la novela que terminé ayer mismo: El hijo de Stalin (Archangel fue su título original. Para más señas, es el escritor de la novela a partir de la cual se adaptó la película El escritor, que recientemente os comenté.
A principios de los 90, recién extinguida la URSS, Chiripa Kelso es un historiador británico venido a menos y con un desastre de vida personal que es invitado a un simposio en Moscú sobre la desclasificación de papeles secretos del KGB. Kelso recibirá una extraña visita de un hombre que afirma tener un cuaderno secreto que perteneció a Stalin. Este hecho hará conocer a personajes clave en la antigua potencia soviética y llevará a Kelso, junto con el periodista americano O’Brian, a vivir aventuras límite.
Estamos ante un thriller histórico, bien planteado. La personalidad de Stalin da para mucho y Harris aprovecha el tirón del tirano soviético para plantear la trama llena de intereses; por una parte de aquellos que luchan por ocultar el pasado y por otra el de aquellos que quieren ver reverdecer al comunismo en la Madre Rusia. Además, Harris utiliza al prototipo de protagonista fracasado, con una vida decadente y desordenada, que acaba por despertar el cariño y la compasión del lector.
La mezcla de nacionalismo, odios, intriga, persecuciones y espías hace de esta novela un buen trhiller a caballo entre la novela policíaca y la histórica. Es un libro entretenido y no muy complicado de leer. Además, visto lo visto, sumando la experiencia de este libro con la película de El escritor, Harris parece un escritor a tener en cuenta para leer thrillers, que están muy bien para desconectar de vez en cuando. Valoración: 7.
Buenas Noches y Buena Suerte.
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