Midnight in Paris (EEUU 2011) es la última película escrita y dirigida por Woody Allen y protagonizada por Owen Wilson, Rachel McAdams, Marion Cotillard, Michael Sheen, Kathy Bates, Carla Bruni, Alison Pill, Tom Hiddleston, Léa Seydoux, Adrien Brody. La cinta se presentó fuera de concurso en Cannes y fue muy bien acogida por la crítica, no era para menos.
Un escritor americano, guionista de Hollywood que quiere acabar su primera novela, está prometido con una muchacha potentada. Ambos viajan a París con la familia de ella. Allí se encontrarán con una pareja amiga de ella, cuyo componente masculino, pedante como él sólo, hará que Gil se evada solo por París, subiendo a un coche que le trasladará a la efervescencia cultural de la capital francesa en los años 20.
Es una película para enamorarse de París, desde el primer fotograma hasta la aparición de los créditos finales. Pero además, supone el regreso del mejor Woody Allen, un juego con el pasado, una vuelta a la esencia de “La rosa púrpura del Cairo”, al juego de dobles parejas de “Annie Hall”, a los mejores diálogos de “Manhattan” o a la construcción de los mejores gags de la filmografía de Allen. La caracterización del elenco de genios que pasan por la película: Dalí, Hemingway, Picasso o Fitzgerald supone un homenaje a la cultura europea, y a como atrajo a los genios americanos de la época, en toda regla.
Estamos ante una de las mejores películas de Allen, y lo digo sin reparos, la lucha entre el presente y la añoranza de un pasado “mejor” son el leitmotiv de la trama. Las pasiones de los artistas (me pregunto si buscando una justificación personal) quedan plasmadas y descubiertas; en los genios aparecen magnificadas las virtudes y los defectos. Genial también la sátira a los miembros del Tea Party y al típico intelectual pedante… Y ya no cuento más, recomiendo fervientemente a mis lectores que vayan al cine a verla. Valoración: 8.5.
Buenas Noches y Buena Suerte.
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