Estimados lectores, si es que aún quedáis alguien por ahí.
El jueves por la noche lancé a la blogosfera una dura
entrada (como las de Sergio Ramos). La entrada, que a estas horas todos, o casi todos, habréis leído, trataba sobre el Real Madrid.
Dicha
entrada atacaba a las estructuras más fundamentales del madridismo: sus directivos, sus medios de comunicación, sus jugadores y hasta a sus aficionados. No era un ataque cualquiera, pudisteis leer: bobos, chuletas, centralistas, fascistas y otras muchas perlas.
Es hora de aclarar esta
entrada. El sábado la actuación arbitral de Pérez Lasa fue más que discutible, ya no voy a calificar más el asunto. Mi indignación, muchos de los habituales lo sabéis, era creciente. El domingo mi indignación seguía, pero por la noche me puse a reflexionar. Hace años, no muchos, leí en
86400.es algunos
artículos curiosos a modo de experimentos sociales. Me acordé de este artículo y comencé mi reflexión sobre el forofismo deportivo. Uniendo conceptos tracé un maquiavélico plan: Escribí una entrada de blog el domingo por la noche (el cuerpo me lo pedía y así lo puse en facebook la mañana del domingo), dejé fluir mi indignación mientras escuchaba alguna que otra tertulia deportiva. Me dejé llevar, escribí con maldad, pocas veces lo había hecho tan despiadadamente. Ni volví a leer lo escrito, apagué el ordenador y me fui a la cama.
El lunes ni se me pasó por la cabeza tocar el tema, tenía mucho trabajo. El martes abrí, leí de nuevo la entrada y comencé ésta. Tras mucho dudar, sobre si publicarla o no, me marqué el jueves como fecha de publicación de la primera, coincidiendo con la más que probable sanción (como así sucedió) a David Albelda. Hoy, jueves por la noche, tras publicar la entrada de la discordia recibiendo muchas más visitas y comentarios de los habituales, me he decidido a terminar mi plan.
Hacer una reflexión sobre lo forofos que podemos llegar a ser hubiera caído en saco roto, me hubieran leído “Los de siempre” (a los que por cierto, quiero más que a nadie en la blogosfera). Sólo habiendo repartido leña verbal, habiendo calentado el ambiente de tal manera, he logrado captar vuestra atención sobre el tema. He podido comprobar que hay quien salta a la primera, comentando, vetándome la entrada a su casa y similares… hay quien pasa de contestar, hay quien me apoya y dice: ¡Qué huevos tiene este tío!, o hay quien, como un amigo en Facebook, teme que me pongan un coche bomba.
Me ha dolido, y he dudado mucho, no es cómodo firmar algo como lo
publicado el jueves. Pero mi propósito era demostrar lo irracionales que nos volvemos a veces, yo el primero. Habrá quien piense que esto lo he escrito a posteriori, es su problema, está escrito a posteriori en parte, pero estaba pensado antes de parir la entrada primigenia. No es que la escribiera antes, la pensé antes, le di un esbozo y la termino ahora. Pidiendo a todos los que (aunque seáis del Madrid o leáis el Marca) os hayáis sentido ofendidos, unas disculpas a medias. No me siento en la obligación de pedirlas por todo lo explicado. Sí he de pedir disculpas por haber "experimentado" con vosotros sin previo aviso. Pero sobretodo, quisiera pedir cordura a nuestro lado racional para contener al forofo que llevamos dentro.
PD: Esto no quita que piense muchas de las cosas que
escribí, otras no, pero para conocerlas deberá ser cara a cara y con unas cervezas delante.
Buenas Noches y Buena Suerte.