Apartamento para tres.

Fue esta una gran elección para la noche del domingo. Puede que sea una de las mejores comedias de todos los tiempos, es divertida, fresca e ingeniosa y con una buena banda sonora. Dirección de Charles Walters.
Cary Grant encarna el papel del Sir William Rutland , un industrial que llega en vísperas de las Olimpiadas de Tokio 64 a la capital nipona, como adelanta su viaje no tiene habitación, y decide acudir tras los pasos de un anuncio para compartir piso que hay en la embajada británica. En ese piso vive una joven, Christine Easton (Samantha Eggar), que en principio se niega, pero ante la insistencia de Rutland acaba por acceder, un sistema de turnos espartano para el baño rige su primer día.

El segundo día el avispado protagonista conoce a un americano, saliendo de la fábrica de transistores a la que ha ido a hacer negocios, Steve Davis (Jim Hutton) tampoco tiene habitación, y es aquí donde la cosa comienza a enredarse, ya que Rutland realquila media habitación al americano.

La historia es para mí magnífica, no pierde ritmo, es un enredo constante con varios puntos álgidos: los dos desayunos, la cena en el restaurante y la última media hora. No puedo más que recomendar verla. Es increíble el papel de Cary Grant, siempre le fue lo de ser un caradura, y he de reconocer que este film, su última película, cambia mucho el concepto que de él tenía. Los otros 2 protagonistas están sensacionales Samantha Eggar en el papel de la ingenua y el del americano, Jim Hutton, si cabe aún más caradura que el Sir inglés. Además, aunque más secundario, el secretario del embajador Julius D. Haversack (John Standing) borda un pedante papel.

En resumen, hay que verla y echarse unas risas con esta genial comedia para toda la familia. Valoración: 9.

Buenas Noches y Buena Suerte.