Segundas partes dicen que nunca son buenas, aunque en el caso de que la primera parte sea mala puede que la segunda sea mejor. Es el caso de la adaptación cinematográfica del libro de Dan Brown: Ángeles y Demonios. No voy analizar el libro, sino la película.
Admiro a los que adaptan cientos de páginas en un par de horas. Esta vez las cosas son menos estrafalarias, menos raras, se presenta la historia más fiel al libro, con menos artilugios cinematográficos. De la historia qué contaros que no sepáis, entre libro y peli pocos quedaréis sin saber de qué va la historia. Los Illuminatti, un grupo de científicos a los que la Iglesia decidió perseguir un día, vuelven en pleno cónclave para intentar destruir a quienes siglos antes les persiguieron. El Vaticano recurre a Robert Langdon (Tom Hanks) para resolver el misterio.
Lo mejor de la peli es que la historia es buena y esta vez Ron Howard, el director, se centra en la historia. También me quedo con ver Roma tan bien como aparece en la película y el personaje de Hanks. Para erradicar es el papel de Ayelet Zurer, que encarna a la doctora Vetra, está actuar mal y luego viene lo de esta chica. Por lo demás me quedo con esta parte, y no con El Código Da Vinci, en cuanto a cine se refiere. Un par de errores de bulto: en el libro no llaman a Langdon desde el Vaticano, sino desde el CERN, y el científico asesinado es el padre de Vittoria Vetra, los otros errores desvelarían parte de la trama. Como siempre, mejor el libro que la peli, pero podéis ir al cine a verla. Valoración: 6.5.
Buenas Noches y Buena Suerte.
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