Crimen y castigo.

Madrugada del 18 al 19 de enero, en el reloj de la salita la 1:15 y me fui con una sonrisa a la cama. Normalmente me pongo irremediablemente triste al acabar un libro, me da pena que termine, pero me fui feliz a dormir. Crimen y Castigo es tan real, tan duro, tan humano, tan miserable... Es un libro que pone los pelos de punta.

Dostoievski crea una novela mágica, entra en la mente de todos los personajes, retrata a la Rusia zarista y al caldo de cultivo del que nació la URSS. Rodion Romanovich Raskolnikov, protagonista de la obra, pasa por distintas etapas en las seis partes de la novela, como los conflictos morales afloran en su persona, como las luchas internas le llevan hasta casi la demencia. Alrededor de él Razumijin, amigo suyo, Sonia, su gran amor, Dunia, su hermana y una lista de personajes memorables.

Recomendar esta obra por muchísimas razones: leyendo me imaginé en el teatro, viendo a los personajes, el relato es detallado, completo, los diálogos intensos, el lenguaje muy rico, las situaciones límite (no sé si habrá una obra que se aproxime tanto a la miseria humana y material), es filosofía pura en una novela, es vida pero también es muerte. Literatura psicológica con situaciones convulsas que hacen reflexionar al lector: el origen del crimen, el contexto social que lo rodea, los remordimientos, los matrimonios de conveniencia, la justicia en la Rusia zarista... Si algo rodea a esta novela es la locura, y empiezo a pensar que sucede en todos los grandes títulos de la literatura.

Escogí este libro en un rato libre antes de coger el tren, por impulso, lo compré con ansias de devorar un buen libro y me llevé una obra maestra, puede que haya sido una de las mejores elecciones de mi vida. No dejéis de leerlo. Valoración: 10.

Buenas Noches y Buena Suerte.

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