Vamos a ponernos en situación: un colegio cualquiera de España en el año 2200, hora de Historia, tocaba estudiar la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI: "La Era Tecnológica y la Globalización". Los alumnos, de 17-18 años se disponían a escuchar interesados, la mayoría, la Historia que llevó a sus abuelos al desastre.
La profesora, como había hecho con todas las Épocas estudiadas a lo largo del curso, estructuró la lección en: antecedentes, situación económica, pirámide social, hechos acaecidos que desencadenaron el hito a estudiar y consecuencias.
Al llegar a la pirámide social la profesora colgó en la red interna de la clase un esquema con una pirámide dividida en blanco y les dijo: "rellenad la pirámide con los elementos que creáis más lógicos en lápiz. Tenéis diez minutos". El razonamiento empleado por los chavales era simple: colocar las profesiones, el rango de estudios o su posición social en la pirámide, más o menos como en los siglos anteriores. Era sencillo, les extrañaba que en vísperas de la prueba de acceso a la Universidad la profesora les hiciera perder el tiempo, se miraban atónitos.
Concluidos los diez minutos la profesora les pidió le mandaran a su ordenador los resultados. Ella desde allí fue escribiendo dentro de una pirámide que a su vez se proyectaba a través del cañón del aula. Consensuando con los alumnos elaboró una pirámide más o menos lógica, teniendo en cuenta criterios como: formación académica, negocio propio o ajeno, riesgo asumido al emplear el negocio y dureza física del mismo. Al finalizar con una rápida maniobra el resultado fue el siguiente:
Los alumnos quedaron perplejos, no se explicaban como los antepasados que tanta tecnología y avances les habían dado podrían infravalorar de ese modo a aquellos que más lejos llegaban en sus estudios, tanto con bajos sueldos como en salidas laborales; cómo podía ser que la gente prefiriera trabajar por cuenta ajena a propia (ser funcionario era el sueño de cualquiera), o ser sindicalista, y cómo por un simple boom urbanístico (que como todo boom acabó) mucha gente con posibilidades había dejado de estudiar.
A la profesora le costó trabajo hacer entender a sus alumnos esta situación, que llevó a penurias y a una gran crisis económica y de valores a la sociedad del siglo XXI. Lo que no le costó tanto trabajo es hacer aprender a sus alumnos fue que una Sociedad avanzada no puede dejar de lado a sus Universitarios.
Buenas Noches y Buena Suerte.
0 comentarios:
Publicar un comentario