Como muchos sabréis, la pasada semana estuve unos días en Praga. Voy a tratar de resumir en varias entregas lo que allí he vivido, por lo menos la parte que acontece al turismo, la gastronomía y la cultura. Para poner un poco de orden en todo lo visto repartiré según el orden cronológico de la visita el contenido de las entregas.
Llegamos con algo de retraso a Praga, pero llegamos. Viaje en autobús y luego en metro hasta el hotel, pegado a la Plaza Wenceslao. A descargar las cosas y a dar una pequeña vuelta antes de cenar. La pequeña aventura gastronómica no hubiera sido posible sin la inestimable ayuda de Miguel y Julia, a los que les estaremos agradecidos siempre que recordemos el viaje. Cenamos en Novomestý Pivovar, y sí, este superplato era una especialidad de la casa. Ni qué decir que todo ello iba acompañado con unas deliciosas cervezas, de medio litro en medio litro. La comida en Praga es relativamente barata, y las cervezas ya ni te cuento. Más tarde nos tomamos una cerveza, otra, en Tlustá Koala, también por calles adyacentes a la plaza Wenceslao, para cerrar el día.
Nuestro primer día completo en Praga lo empleamos a visitar la Staré Mesto, la ciudad antigua. Aquí es donde se encuentra el famoso reloj astronómico, en la Plaza Vieja, cada hora desfilan los apóstoles mientras la muerte toca la campana. Desde la torre del reloj se puede divisar Praga desde el aire. En el centro de esta plaza está el monumento a Jan Hus, en la misma plaza están las iglesias de Santa María del Tyn (al que se entra por los soportales) y la Iglesia husita de San Nicolás. También está la mercería del padre de Kafka y la Galería nacional junto con la casa dela campana de piedra.
Visitamos el famoso puente de Carlos, una de las imágenes más turísticas de la capital checa. Tocamos con la mano izquierda a S. Juan Nepomuceno y pedimos un deseo. Comimos en Atmoska unas típicas costillas, sitio muy recomendable por el precio de su carta, muy barato para tener buena comida. Seguimos callejeando, fue por la tarde cuando subimos a la torre, y nos tomamos un café en una agradable cafetería de la que os hablaré en otra entrega del viaje a Praga. Visitamos los edificios de la ciudad nueva, pasando por el Museo Cubista, en la casa de la Virgen Negra. Vimos por fuera la Municipal House y nos paseamos por la Av. de los Fosos.
Por la noche, excelente velada. En el Jazz Time, cenar con música en directo es algo que se puede disfrutar en pocos lugares. La parte de arriba es restaurante con música en directo y luego tenía una parte con una sala de conciertos. Todos los días actuaciones en ambos lugares. Mientras cenábamos, cena ligerita, cantaba una muchacha de unos veinte años acompañada de un pianista magnífico que no llegaría a esa edad. Increíble. Sigo fascinado por la riqueza cultura, pero sobretodo musical de Praga, para muchos el conservatorio musical de Europa.
Aquí acaba la primera entrega, pronto la segunda.
Buenas Noches y Buena Suerte.
2 comentarios:
Yo no lo hubiera explicado mejor... ;-)
beso
Siempre tienes la opción de colaborar con este blog y dar tu propia versión de los hechos. Aún así se me ha olvidado algo... Mi memoria...
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