Viaje al fin de la noche fue escrita a principios del siglo XX (1932) por el francés Louis Ferdinand Celine. Como reza la cubierta trasera del libro es una obra imprescindible para entender la literatura actual, no entiendo en exceso de literatura pero doy fe de ello.
El protagonista, Ferdinand Bardamu, es un tipo francés que se ve abocado a combatir en la I Guerra Mundial, donde le pasará de todo. Conocerá a Robinson, el personaje secundario por excelencia del libro, y uno de los más chocantes de cuantos me he encontrado. Bardamu tras ser herido en la guerra será trasladado a un hospital de lo más peculiar, viajará a África a trabajar para una compañía colonial en un barco en el que todos sospechan de él. Más tarde, en una remera, llegará a EEUU y volverá a Francia para ejercer como médico.
Contar más sería desvelar demasiado. Es un libro fascinante, con episodios delirantes, con personajes todavía más locos. Memorables los Henrouille, el Sr. Puta, el “asalto” al pueblo en teoría ocupado por los alemanes, los métodos de Baryton. Cada capítulo, cada historia esconde un drama, pero también conlleva una situación grotesca.
No puedo más que recomendar este libro. Quiero aprovechar a los Reyes Magos que me trajeran este libro, aunque no fue este año (Ahora he empezado el que me trajeron este año). Creo, me la voy a jugar, que puede Ferdinand Bardamu y su historia bien pudieran constituir un Quijote del siglo XX. Ratos buenos, diálogos magníficos, desvergüenza en las frases de Celine. No os podéis imaginar las carcajadas que me echado a cuenta de este libro. Pero tampoco se puede olvidar el drama que esconde la trama de la novela, la historia cruda y dura de Robinson, de Bardamu y sus amores, su soledad y la búsqueda de un camino, de un algo que ser en la vida. Brillante el final, increíble. Valoración: 9.50.
Buenas Noches y Buena Suerte.
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