Radio encubierta (The Boat that rocked, 2009), es una comedia ambientada en los años 60 sobre las emisoras piratas que proliferaron en el Reino Unido. Dirigida por Richard Curtis. Es una historia de sexo, drogas y rock&roll.
En el mejor momento musical de su historia la BBC sólo emitía 45 minutos de música pop al día. Un mecenas se lleva a un grupo de locutores excéntricos que emiten como si de una emisora normal se tratara, sólo que están en un barco en el Mar del Norte. La radio cuenta con personajes variados: "El Conde" (Philip Seymour Hoffman), auténtico dios de las ondas enamorado de la música, y para mí de lo mejor de al película. Le apoyan Dave (Nick Frost), irónico, inteligente y con un cruel sentido del humor; Simon (Chris O’Dowd), un chico amable que busca el amor verdadero; Midnight Mark (Tom Wisdom), enigmático, apuesto y parco en palabras; Wee Small Hours Bob, especialista en programas de madrugada, música folk y drogas; Thick Kevin (Tom Brooke), el dueño del cerebro más diminuto conocido en la raza humana; On-The-Hour John (Will Adamsdale), el locutor de noticias; y Angus "The Nut" Nutsford (Rhys Darby), el hombre más pesado de Gran Bretaña.
El gobierno de su majestad pronto pondrá medios para impedir temas obscenos y una revolución imparable. Carl (Tom Sturridge) acaba de ser expulsado del colegio, y su madre (Emma Thompson) decide que pase algún tiempo con su padrino Quentin (Bill Nighy), que es el dueño de la emisora, desde su punto de vista vivirá momentos únicos.
En lo cinematográfico no ofrece mucho, pero a los que os guste la buena música: tenéis que verla. Hay escenas sublimes: como la visita de las fans, o la de Navidad. El elenco de actores lo arregla todo, y la música acaba de darle una forma que engancha. A oírla, digo, a verla. Valoración: 7.
Buenas Noches y Buena Suerte.
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