El Séptimo Velo, Juan Manuel de Prada.

De no haber sido por tratarse de un regalo muy especial en algún momento hubiera abandonado esta novela. Esta noche, cuando comienzo a escribir esta entrada, estoy prendado del regalo, de un libro tan duro como apasionante, tan elegante como barroco. El séptimo velo, de Juan Manuel de Prada, me ha costado lo mío de leer, motivos doctorales me han impedido tener tiempo libre para la lectura. Si bien es cierto que cuando me he tomado en serio su lectura, estos últimos 15 días, el libro me ha enganchado bastante.

Eso sí, para llegar a esta parte hay que superar un comienzo un tanto dubitativo, a lo mejor demasiado pastelón para quien os escribe. Una historia de amor que se entiende a medida que la novela avanza, es página a página cuando se comprende la exacerbada cantidad de detalles y de situaciones románticas narradas por el autor en los albores de la novela. La trama transcurre entre París, Madrid y Argentina.

Luego nuestro protagonista, Jules Tillon, que al comienzo no recuerda nada, tras una ardua paranoia, logra ir recomponiendo su pasado durante la II Guerra Mundial, su papel en la resistencia, sus dramas familiares y amorosos, y un sinfín de hazañas que lo convirtieron, en la París ocupada, en el gran Houdini, un héroe de la lucha contra el nazismo.

Es increíble como el autor maneja los tiempos, ahora está en el presente, luego en el pasado, sin perder intensidad en ninguno de los flancos, si se me permite la comparación. La prosa de Juan Manuel de Prada es tan detallista y rica que puede aborrecer o entusiasmar, y a medida que avanza el libro uno se va entusiasmando con una novela tan bien redactada que le valió el Premio Seix Barral biblioteca breve en 2007. Por muy dura que sea la historia no puedo más que recomendarla, es un libro que os gustará, tiene de todo: pasiones, aventuras, drama y amor, contado de un modo majestuoso.

Buenas Noches y Buena Suerte.