Todo lo bueno llega a su fin, bueno, todo llega a su fin, pero realmente nos afecta más que lo bueno acabe. La sensación al llegar a Benicàssim el domingo fue rara, que esto no acabe, que dure eternamente. Hay que decir que organizativamente el domingo fue un caos: los dichosos Killers pidieron anticipar su actuación una hora y media, y ala, todos a empezar antes, nos quedamos sin ver a Planetas, en parte porque mis compañeros de viaje parecían quinceañeras ansiosas por ver a Brandon Flowers.
En el verde abrieron CatPeople, mucha clase, impecables, y con un hueco en el panorama Indie nacional ya casi irremplazable. “Para nosotros es una pasada tocar aquí”, o algo así dijo su líder, y me lo creo, no hay más que ver sobre el escenario a las bandas para darse cuenta de la importancia del FIB, para público y artistas. Fantástica en directo In silence, y curiosa la versión de Goodbye Angel, los gallegos hicieron un repaso completo a su corto periplo por la música. Estoy seguro de que volverán en ediciones venideras, porque lo merecen, y seguro que aún más grandes de lo que son.
Tras ellos llegaron, para mí, la revelación del FIB. Había oído algo de The White Lies, pero tras su concierto me han enganchado de un modo fuerte. Muy buenos, en algunos momentos rozando la perfección, suyo será el vídeo de esta entrada, os animo a conocerlos.
De The Killers decir que estuvieron bien, correctos. Tocaron sus grandes temas obviando Glamorous Indie Rock & Roll, pero no sé si es su directo, que no es muy potente o qué, pero me dejaron la sensación de que podían haber dado algo más, sobretodo después del vendaval Franz Ferdinand. De todas maneras hay que reconocerles esfuerzo y dedicación, como la que mostramos nosotros empapados en cerveza o algo peor que caía del cielo.
Siento la intermitencia de entradas pero el verano es cruel para estas cosas. La próxima entrada tratará sobre el concierto de The Boss. Os dejo con Death, uno de los mejores temas de White Lies.
Buenas Noches y Buena Suerte.
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