Una más, y ya van no sé cuantas, el acoso a los derechos de los internautas sigue y sigue, como las pilas del conejito. Ahora es un informático español, Pablo Soto, el que cae en las garras de Promusicae, SGAE y toda esa mierda de subvencionados con el beneplácito de Z, "los patriotas pagan el canon y apoyan a los artistas". Favor por favor: la cejita de los subvencionados la pagamos todos con el impuesto revolucionario que supone el canon digital.
Luego leo en el Blog de Enrique Dans, cosas que no salen en los medios corrientes, por cierto (algo les deben), que el Tribunal de Cuentas investiga una trama de financiación ilegal a los partidos políticos por parte de la SGAE. ¿Cómo se os queda el cuerpo a los que intentáis justificar lo injustificable? En el mismo blog hace tiempo leí también que EMI gasta cincuenta millones de dólares al año en la destrucción de CDs sobrantes, debe desgravar eso de destruir sobrante.
Todo gracias a nuestro presidente, Josep Manuel (grande Silvio) Zapatero. Los artistas han decidido cambiar el nombre de la banda mafiosa que nos extorsiona en honor a tan ilustre benefactor, con el bolsillo de todos:
¡Ánimo Pablo!
Buenas Noches y Buena Suerte.
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